Es un txakoli con un color amarillo pajizo, limpio y brillante que en nariz se muestra cauto, con una intensidad media, muy elegante, delicado. Aromas limpios a flores blancas, notas balsámicas y plantas aromáticas. Es un perfume … !

En boca, la fiesta continúa. Es una gozada este txakoli que gana con el paso de los años. Se nota que el tiempo le hace ganar en estructura, armonía y rotundidad. Es aquí donde se reconoce la gran labor de esta bodega en la selección de viñedo. Este txakoli puede codearse con lo mejor de las tres denominaciones. 

Es amplio, tensión en la acidez y fresco debido a su acidez natural, volviendo a aparecer los aromas en retronasal, persistente y duradero. Amargor agradable.

Maridaje: Es ideal para sopas y cremas, verduras, arroces, pasta, pescados y mariscos. Hará mejor y más rico todo aquello con lo que le acompañes.

Temperatura de servicio: 10º – 12º C

 

El actual propietario de la Bodega, descendiente directo del matrimonio Goikoetxea-Laiseka, plantó por los años 80 una viña con variedades Hondarribi Zuri y Folle-Blanc, y es en los años 90 cuando decide acometer un nuevo impulso, para lo cual se rehabilita el viejo Caserón y se construye la actual Bodegas Virgen de Lorea, que debe su nombre a la imagen de la Virgen con el Niño, del siglo XVI, que en tiempos pasados fue patrona del pueblo de Zalla, y expuesta al culto en la ermita de San Juan de Ormaza.

En el año 1995 se amplió el viñedo propio con las variedades autóctonas y recientemente se ha reinjertado la antigua viña por un equipo especializado.

En la actualidad, Bodegas Virgen de Lorea elabora dos marcas de txakolí: Aretxaga y Señorío de Otxaran, así como un Orujo de Txakolí, y como estrella de la bodega, el txakoli Lainoa, elaborado a partir de una selección de los mejores racimos de las vides más añejas, mejor orientadas y con más horas de sol.

Vides que sienten especialmente la caricia matutina de la clásica niebla encartada y que dota a este Txakoli de ese toque especial.

La primera añada de Lainoa se presentó en el 25 aniversario de la Bodega Virgen de Lorea de Zalla.

 

Fue el 24 de junio 2015 en la sala Yimbi de Bilbao. Olalla Elorriaga fue la encargada de presentar el txakoli en una sala repleta de personalidades de la política, vida social, clientes y amigos.

Un txakoli elegante que disipa la niebla

 
Olalla Elorriaga, Juanma Moya y Ana Urrutia. /
Olalla Elorriaga, Juanma Moya y Ana Urrutia.
Cóctel de celebración del 25 aniversario de la fundación de Bodegas Virgen de Lorea y presentación del nuevo txakoli de la casa, Lainoa
TXEMA SORIA 
 

En el siglo XVII la familia Laiseka, antepasados de Kosme Bibanko, empresario que fundó Muebles El Paraíso, elaboraban sidra y txakoli en el barrio La Flor de Otxaran, en Zalla, en una ladera donde la niebla acaricia los viñedos.

Hoy la finca tiene una superficie de 25 hectáreas, el viñedo de mayor dimensión dedicado al txakoli en Euskadi en una sola finca, tal y como señalaron Aitor y Kosme Bibanko, hijos del fundador y actuales responsables de la casa. Aretxaga y Señorío de Otxaran, vinos blancos de gran calado, han sido el santo y seña de la Bodegas Virgen de Lorea estos años.

Ayer, en el espacio Yimby, celebraron junto a la sociedad vizcaína el 25 aniversario de la fundación de las Bodegas. En el acto también presentaron su nuevo txakoli, Lainoa (niebla), elaborado a partir de una selección de sus mejores vides, que será la nueva joya de la corona. El evento, presentado por Ana Urrutia, contó con la presencia de Olalla Elorriaga, nariz de oro del año 2012, que elaboró la nota de cata del nuevo txakoli, del que sólo saldrán al mercado 2.000 botellas.

El cocinero Paul Ibarra, que ejerce en Los Fueros, del grupo Etxanobe, elaboró un original menú para la ocasión.

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